El extraño caso del Señor Afilado

El señor afilado caminaba sin apenas separar las piernas. Arrastraba los pies a un ritmo rápido y constante que provocaba un frufrú exasperante en sus pantalones de pana.

Desaparecía por unos segundos en las tinieblas (frufrú, frufrú, frufrú) para volver a aparecer (frufrú, frufrú, frufrú) bajo la luz de una de las farolas que se alcanzaban a ver en ese tramo de carretera.

La chaqueta y los pantalones que cubrían la poca carne que rodeaba sus huesos, nervuda y lívida, apenas podían defenderlo del viento de aquella última noche de octubre.

Los brazos se agitaban totalmente rendidos al ritmo de su caminar y ligeramente inclinados hacia atrás por la curvatura de su espalda.

Su cabeza, en cambio, permanecía erguida y apuntando hacia delante como el último soldado en pie que arrastra al resto de sus compañeros caídos de vuelta a casa.

La luz de la farola que estaba más cerca de mí acentuó las crestas de sus pómulos y los hoyos que rodeaban sus ojos.

Hundidos y rodeados de ruina, ese par de ojos marrones, sanos, inteligentes –vivos, al fin y al cabo-, me diseccionaron durante el minuto que le llevó alcanzarme y sobrepasarme. En ningún momento su mandíbula dejó de masticar los restos de su última comida, que le chorreaban por las comisuras de la boca.

Lo contemplé alejarse carretera abajo hipnotizada, incapaz siquiera de preguntarme qué había pasado. Seguí mirando en esa dirección hasta que dejé de oír el frufrú. Seguí mirando en esa dirección hasta que empecé a oírlo a mis espaldas.

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Microrrelato enviado (y no premiado 😣😣😣) al 11º concurso de microrrelatos de terror y gore del festival de cine de terror de Molins de Rei.

Una habitación violeta

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Una habitación violeta es un club de lectura feminista (¡Oh, santo dios! ¡Traigan antorchas y agua bendita!, que lo digo en broma pero hay que ver cómo está el Twitter…). Me apetecía mucho hacer algo de este tipo desde el famoso Our Shared Shelf de Emma Watson y he encontrado este proyecto tan chulo coordinado por Iris de asomo, Mi Rincón de Libros y Sueños entre Letras.

Obviamente los libros que leeremos serán de temática feminista y no me molestaré en explicar por vez un millón que feminista no significa querer quemar a los hombres en una hoguera. En el mes de julio leeremos El color púrpura de Alice Walker.

Si queréis apuntaros al club sólo tenéis que seguir a los tres blogs arriba citados, poner un banner en vuestro blog con el logo del club (aunque creo que no hace falta tener blog para unirse) y publicar un comentario en twitter con el hashtag #CLVioleta diciendo que participáis.

Tenéis toda la información, mucho mejor explicada, aquí.

 

 

Está usted muerta, ¿y ahora qué?

cielo

 

Cuando leáis esto habré muerto. Y así, con cinco palabras, me convierto en leyenda. Porque a los muertos se nos respeta. Porque a los muertos no se nos lleva la contraria y se nos recuerda con cariño. Una vez me gritó y me tiró una copa de vino a la cara. Lástima no haber sabido entenderla, dirán, y lo cierto es que cuando le lancé la copa entendió a la perfección que lo que quería era mandarle a la mierda. Sigue leyendo «Está usted muerta, ¿y ahora qué?»

Crimen y castigo

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Emma paseaba nerviosa por el parque. Se entretenía mirando los distintos puestos de figuritas del belén, chucherías y chocolate caliente pero no dejaba de mirar de reojo la entrada por la que se suponía llegaría Ernesto en cualquier momento.

Tenía algo importante que decirle y creía que la noticia merecía un escenario como aquel, una feria que se repetía todos los años y que les permitiría volver a recordar aquel momento.

Es cierto que habría preferido decírselo en la intimidad de su piso, “perfecto para ti, para tu proceso creativo”, y decorarlo con guirnaldas y calcetines si no fuese porque a él la Navidad le parecía comercial y “otra manera de manipularnos”. Intentó convencerle de que el árbol y el acebo eran totalmente paganos pero, después de unos minutos de reflexión, Ernesto terció que debía dedicarse a escribir manteniendo intacto su “refugio de escritora”.

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